Cuando pensamos en colaborar en el ministerio, una de nuestras equivocaciones mas grandes es pensar de manera limitada.
Permíteme comenzar con algo que enseñamos en nuestras iglesias. Cuando hablamos con nuestras congregaciones acerca de como cada uno debe ser generoso con sus finanzas, muchas veces usamos promesas de Dios para motivarles. Por ejemplo, mencionamos un versículo como Lucas 6:38, que dice, “Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio.”
¡Y sí, es la verdad!
Pero, por alguna razón, cuando pensamos en ser generosos en el ministerio a través de colaborar con otros pastores e iglesias, ese versículo desaparece. Por alguna razón, pensamos que hay recursos limitados, oportunidades limitadas, pastores y lideres que usarán la colaboración para robar “nuestras” ovejas y usar nuestros recursos, y quedaremos con menos que antes.
Me gustaría animarle a pensar de una manera diferente…o mejor dicho, pensar en la colaboración de la misma manera que usted piensa en la generosidad de la congregación: Usted y yo tenemos un Dios con recursos sin límite, quien es capaz de darnos todo lo que nosotros necesitamos.
Cuando nosotros nos comprometemos como pastores y lideres a colaborar en el Reino de Dios, no habrá ninguna perdida…¡Todo pertenece a Dios! Entonces, podemos trabajar sin temor y miedo de lo que otro pastor o líder supuestamente va a hacer, sabiendo que si la peor situación ocurre, tenemos un Dios que dará a nosotros de igual manera (¡y más!) comparado a lo que hemos dado para colaborar con otros.
Nuestra colaboración es un compromiso al Reino de Dios, y Jesús tiene lo siguiente que decir al respeto: Mateo 6:33, “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.”
Dios nos dará no un poco, no una porción, sino todo lo que nosotros necesitamos. Esa es una promesa para cada uno de nosotros al tomar la decisión de poner como prioridad la colaboración para extender y avanzar el Reino de Dios aquí en el mundo.